No puedes rendirte ante la adversidad, necesito tus “modorrerías”, tus “he estado pensado, a las 4 de la mañana”, tus “recuérdame que hagamos”, tus “día del abrazo”. Necesito todos los deberes que nos mandas y sobre todo tu ilusión por los proyectos y los retos. Recuerda, no hay mal que por bien no venga.
18
marzo